Por:
Daniel Uicab Alonzo
La
Cámara de Diputados –y con ello México– acaba de dar un gran paso en materia de
derechos humanos al reformar la Ley del Instituto de Seguridad Social para las
Fuerzas Armadas Mexicanas (Issfam) para evitar que militares portadores de VIH
sean dados de baja.
El cambio fue impulsado por el presidente Enrique Peña
Nieto en octubre del año pasado, dentro de un paquete de cinco iniciativas que
envió al Congreso de la Unión.
El
asunto no es nuevo. En su informe 2011 “VIH Sida y Derechos Humanos en México:
el caso de los militares”, la CNDH advertía que las Fuerzas Armadas son un
grupo altamente vulnerable a las infecciones de transmisión sexual y al VIH
debido a factores como la edad, la movilidad y la cultura de riesgo, entre
otros, y que la violación a su derechos humanos era la práctica común en la
prueba de detección del Sida, comenzando por su aplicación obligatoria, contra
la que señalan las normas internacionales.
Algunos militares fallecieron sin el cobijo de una ley que amparara a sus familias. |
El
Ombudsman nacional documentó en ese entonces quejas contra Semar y Sedena desde
1992, que derivaron incluso en la baja de militares seropositivos; soldados y
marinos en esa condición eran estigmatizados al ser “obligarlos” a solicitar su
baja o desertar, con lo que perdían todos sus derechos para ellos y sus
familias. (En 2012, el Ejército admitió que tenía entre sus filas más de 230
soldados con VIH).
La
CNDH emitió varias recomendaciones a la Marina y al Ejército para restituir a
algunos elementos dados de baja, pero los titulares las incumplían al invocar
la tabla de padecimientos del artículo 226 de la Ley del Issfam, que señala las
causales de retiro del personal castrense, esto no obstante que la Suprema
Corte de Justicia estableció en 2007 jurisprudencia sobre el tema, al señalar
que la causa legal de retiro por inutilidad basada en la seropositividad a los anticuerpos
contra el virus del VIH, sustentada en la Ley del Issfam, viola el artículo
primero de la Constitución.
Ha
sido un largo camino para llegar a la reforma avalada por unanimidad el pasado miércoles
en la Cámara baja y que deroga el numeral 82 del artículo 226 tantas veces
citado, para eliminar los estados de inmunodeficiencia de cualquier origen como
causal de retiro en las Fuerzas Armadas.
Sin duda es solo un paso, pero un paso
importante en la protección de la dignidad de todo ser humano.
***
Nota:
Publicado en mi Columna Acaecimientos el 21 de marzo de 2014, en el periódico
Milenio Novedades que se edita en Mérida, Yuc., y en el sitio web www.sipse.com
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