En México también las mujeres militares han ido ganando terreno, y han alcanzado profesiones como enfermeras, doctoras y pilotos aviadores, incluso hay paracaidistas y de trabajos submarinos.
Por: Daniel Uicab Alonzo
El pasado 20 de enero falleció a
los 96 años de edad Naomi Parker Fraley, la mujer que inspiró el póster “Rosie
the Riveter” (Rosie, la obrera), icono del feminismo en Estados Unidos. Tenía
20 años cuando ella y su hermana Ada formaron parte de las unidades femeninas
que durante la II Guerra Mundial trabajaron para las fuerzas armadas en una
fábrica de la Marina en California. Siete décadas después, en 2015, EU ordenó a
sus fuerzas armadas admitir mujeres en puestos de combate y rechazó la petición
de los Marines de excluirlas de algunos puestos en la primera línea de fuego.
El entonces secretario de Defensa,
Ash Carter, dijo: "somos una fuerza conjunta, y si bien la medida presenta
algunos retos, no podemos darnos el lujo de excluir a la mitad de la población
de los puestos militares más arduos”. Ese cambió histórico permitió a las
mujeres enroladas acceder al 10% de los puestos que estaban excluidas, incluso
en unidades especiales como las Delta del Ejército y las SEAL de la Armada.
Guardadas las proporciones, en
México también las mujeres militares han ido ganando terreno, pues ya no solo
se desempeñan como secretarias y cocineras, sino han alcanzado profesiones como
enfermeras con especialidades, cirujanos y pilotos aviadores, incluso hay
paracaidistas y de trabajos submarinos.
La semana pasada, en la Secretaría
de Gobernación, durante la inauguración de la Expo-Galería “Cronología de la
Inclusión de las Mujeres en las Fuerzas Armadas”, el Subsecretario de la Sedena
dijo que “en la historia, las mujeres han demostrado ser las mejores guerreras
y los seres más disciplinado”, pero no solo en la milicia, su presencia es muy
significativa también en el servicio a la comunidad, en la cultura de la paz y
en el apoyo decidido en momentos difíciles.
La exhibición (que esperamos sea
itinerante) es un testimonio de la evolución sistemática, ordenada y progresiva
del país a partir de la presencia de la mujer en las fuerzas armadas (como ha
ido en paralelo en lo civil), lo cual se debe conocer y replicar para avanzar
en la eliminación de prejuicios y estereotipos.
Así, la Armada y el Ejército
fortalecen sus mecanismos para generar igualdad de condiciones entre hombres y
mujeres, bajo una cultura incluyente. Este panorama confirma que las mujeres
tienen un futuro promisorio en un medio predominantemente masculino, donde han
roto esquemas y superado obstáculos. Ahora el reto no es para ellas, sino para
los varones, acostumbrados a recibir órdenes de sus iguales, porque si ellas
han demostrado capacidad en otros ámbitos, en las fuerzas armadas no deben ser
la excepción.
¡Enhorabuena!
Anexo “1”
El poster icónico
En la fábrica de la Marina en
California, un fotógrafo de la agencia Acme retrató a Naomi Parker Fraley, en
una imagen que apareció publicada en varios periódicos estadounidenses en 1942.
A partir de esa foto, el ilustrador J. Howard Miller's realizó su famoso cartel
para la creación de la célebre cartel We Can Do It! (Podemos hacerlo).
Según The New York Times, sólo hace
un par de años se confirmó que Naomi era la verdadera protagonista del dibujo.
Otras mujeres se habían atribuido antes la identidad de la famosa obrera, pero
seis años de investigación del académico James J. Kimble sirvieron para
descubrir a Naomi.
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Publicado en Milenio Novedades y Novedades de Quintana Roo.