viernes, 28 de julio de 2017

"Pancholo" y la cámara hiperbárica

Debe ser prioridad activar una cámara en un estado costero que, además, se precia de ser la Meca de la medicina en el Sureste.






Por: Daniel Uicab Alonzo
Caminaba como robot ayudado de un bastón de aluminio. Era bajito, moreno, con la piel tostada de los pescadores. Siempre sonriente y de buen ánimo saludaba a pacientes, médicos y enfermeros. Lo conocí en el verano de 1982 en el Hospital Naval de Veracruz cuando convalecía yo de una cirugía maxilofacial. Francisco, “Pancholo”, como le gustaba que le nombraran, acudía a su segunda terapia en la cámara hiperbárica.

Originario de Chetumal, comentaba que se había descompresionado cuando buceaba para capturar langosta o caracol en Xcalak. El entonces gobernador de Quintana Roo, Pedro Joaquín Coldwell, gestionó que fuera atendido en el hospital de la Marina del puerto jarocho. Desde entonces, asocio esa maravilla que es la cámara hiperbárica con “Pancholo”, a quien nunca volví a ver.

Comento lo anterior porque, la semana pasada, un medio local informó que la cámara hiperbárica adquirida en 2008 para el Hospital O’Horán podría ser llevada a Veracruz por la Marina, ya que no se ha concluido la instalación que la debe albergar en Yucatán, y el secretario de Salud estatal dijo que “no está dentro de las prioridades y en su momento se va a resolver” el asunto.

Me parece que sí debe ser prioridad activar esa cámara en un estado costero y que además se precia de ser la Meca de la medicina en el Sureste del país. Y no creo que esté en los planes de la Marina quedarse con ella porque, le doy un dato del Hospital General de México: en la actualidad se considera que la Marina Armada de México es pionera en nuestro país (en medicina hiperbárica, también conocida como oxigenoterapia hiperbárica, OHB), pues en 1964 tuvo una cámara hiperbárica en su Base Naval de Acapulco, y desde el año de 1996 las tiene instaladas en todos sus hospitales.

Con esa vasta experiencia en la aplicación de la OHB a personal de la Armada y a civiles (en su mayoría buzos y pescadores), la dependencia naval ofrece hoy a sus médicos estudios de posgrado en Medicina Subacuática e Hiperbárica, primera en su tipo a nivel nacional.

Por cierto, hace falta una cámara hiperbárica en Progreso. Un diputado yucateco la prometió hace casi un año, y pidió el apoyo de personal de la Marina para operarla. Esperemos que se cumpla.

Anexo "1"

Medicina hiperbárica

Comparto algunos datos relacionados con la medicina hiperbárica, tomados del sitio web del Hospital General de México (http://www.hgm.salud.gob.mx )

La historia considera a dos nombres como padres de la Medicina Hiperbárica: Paúl Bert y John Scott Haldane. Bert recibió el Grand Prix de la academia Francesa por sus estudios sobre la presión barométrica. Construyó cámaras híper e hipobáricas. "La Presión Barometrique" (1878) es la base del conocimiento de efectos fisiológicos que ejerce la presión de aire menor o mayor que la atmosférica. 
Fue el primero en proponer la terapia de recompresión con oxígeno.

Haldane, fisiólogo escocés. En 1905 entró al Comité de Buceo Profundo de la Armada Real para investigar las operaciones de buceo y la Enfermedad de Caisson o la Enfermedad por Descompresión. Desarrolló las tablas prácticas de descompresión que incluían velocidades de ascenso más lentas, mientras los buzos se acercaban a la superficie.

Como método terapéutico, en 1938 la OHB empieza a utilizarse en la lepra con los brasileños Osorio de Almeida y Costa; Churchill y Davidson la emplean para aumentar la radiosensibilidad de células tumorales; Sharp y Smith la utilizan por primera vez en la intoxicación por monóxido de carbono en 1960.

Dato: La enfermedad de Caisson o enfermedad de la descompresión, se produce por la formación de burbujas de gas inerte (N2 y He) en la sangre y en los tejidos debidas a una bajada brusca de la presión. Es una enfermedad típica de los buceadores que, después de haber estado sometidos a un ambiente de alta presión, ascienden rápidamente a la superficie, disminuyendo la presión ambiental de golpe. También puede afectar a pilotos, y a trabajadores de ambientes con presión elevada.

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Interesante, ¿no les parece?