La relación de los militares con AMLO ha sido ríspida. López Obrador ha planteado retirarlos del combate al crimen para que sólo tengan la función de mantener la paz y no la de “masacrar al pueblo”.
Foto editada a partir de una de Hagel Mexico, que muestra a los secretarios de Marina y de Defensa durante una visita a EU. |
El pasado 15 de febrero,
en La Paz, BCS, una declaración del Secretario de Marina fue tomada como un
apoyo implícito al candidato presidencial de Morena. El almirante Vidal
Francisco Soberón Sanz dijo que el país está preparado para un posible cambio
de régimen y subrayó el compromiso de las fuerzas armadas con la sociedad,
independientemente de quién gane la elección presidencial y quien sea el
presidente contará con el apoyo de los militares.
La obviedad de sus
palabras (el presidente de México tiene también el carácter de Comandante
Supremo de las Fuerzas Armadas) causó revuelo en los medios, sobre todo porque
el candidato de Juntos Haremos Historia ha sido un duro crítico del papel del
Ejército y la Marina en los gobiernos de Calderón y de Peña Nieto.
La relación de los militares con
AMLO ha sido ríspida. López Obrador ha planteado retirarlos del combate al
crimen para que sólo tengan la función de mantener la paz y no la de “masacrar
al pueblo” y acusó que “desde Calderón se ha dado la orden en la Sedena y Semar
de llevar a cabo “exterminios y masacres”. Propuso un mando único, por él
encabezado, en el que participen también las policías agrupadas en una Guardia
Nacional, figura prevista en la Constitución. Y luego sugirió dar amnistía a
los jefes de la delincuencia organizada, lo que provocó respuestas de Soberón
Sanz y del general Salvador Cienfuegos Zepeda.
Y ya en franca confrontación con
Cienfuegos, criticó que se le pretendiera entregar un doctorado honoris causa
en la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas: “¿Qué tiene que estar el
secretario de la Defensa recibiendo un premio de una universidad de Chiapas?
Eso es politiquería”, dijo. Finamente no se entregó la distinción.
Ambos secretarios no tendrán que
lidiar con AMLO si llega a ganar la presidencia, pero los relevos en Sedena y
Semar estarán en manos del tabasqueño, quien en enero pasado presentó como sus
posibles secretarios de Defensa y Marina al general Audomaro Martínez Zapata y
al almirante José Manuel Solano Ochoa, ambos en retiro, situación que de
ninguna manera es impedimento para que encabecen esas secretarías, pues, por
ejemplo, Echeverría sacó del retiro al almirante Luis M. Bravo Carrera.
Veremos cómo se da la sucesión en
las fuerzas armadas ante un eventual cambio de régimen porque “hay madurez
política”.
Anexo “1”
Promesas de Meade a militares
El pasado 9 de febrero, en
Xochitepec, Morelos, el aspirante presidencial por el PRI-PVEM-Panal, José
Antonio Meade, dijo que “la lealtad de las Fuerzas Armadas tiene que ser
correspondida, se tiene que reflejar en mejores sueldos, en más becas para sus
hijos y en más créditos de vivienda. Para que nuestros soldados, nuestros
marinos y nuestros pilotos, mientras cuidan nuestro hogar, tengan certeza de
que tendrán el suyo”. Y llama la atención que también haya ofrecido mejores
condiciones de pensión y de riesgos de incapacidad”, cuando siendo secretario
de Hacienda no hizo nada para actualizar el pago de la Previsión Social
Múltiple (PSM) al personal en situación de retiro, que percibe desde el año
2000, solo 95 pesos mensuales cuando esta cantidad debió haberse incrementado e
igualado con lo que reciben los militares en el activo, que es de 515 pesos.
Como siempre, son promesas de campaña, palabras del político que busca el voto,
pero siempre habrá quien escuche el “canto de las sirenas”.
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Publicado en el periódico Milenio Novedades.