Organismos públicos de Yucatán gastan más de 500 millones de pesos por desempeñar un trabajo sin impacto social
Por: Daniel Uicab Alonzo
A mediados de los años 80, hubo un comandante de la Novena
Zona Naval de Yucalpetén que acostumbraba castigar a los oficiales bajo su
mando que consideraba no cumplían satisfactoriamente sus deberes haciéndoles
pasar el día bajo una palmera, exhibidos ante el demás personal.
Ese castigo no previsto en los reglamentos y que el
vicealmirante Mario González Laines aplicaba con la frase “¡anda, anda a cuidar
tu palmera!”, no sólo denigraba a los que sufrían tales vejaciones sino también
al jefe naval, pues una definición del Don de Mando refiere que es “el arte de
persuadir y disuadir a las personas de tal manera que se obtenga de ellas su
obediencia, confianza, respeto y cooperación leal y en forma voluntaria para el
cumplimiento de una determinada misión”.
El caso de aquellos marinos oficiales, que no devengaban el
sueldo que recibían de la nación, ya que no hacían nada en horas de faenas, se
asemeja al de los seis organismos públicos de Yucatán que gastan más de 500
millones de pesos por desempeñar un trabajo sin impacto social (Milenio
Novedades 31-VII-07), según el politólogo Uuc-Kib Espadas Ancona.
En el asunto de esas instituciones locales (Congreso,
Tribunal Electoral, Codhey, Iepac, Inaip e Instituto para la Igualdad entre
Hombres y Mujeres) no hay palmeras para asignárselas a los funcionarios, y
tampoco es el caso, porque lo que falla es otra máxima militar: “Mandar y ver
que se cumpla”, acción que corresponderá a las contralorías internas en proceso
de formarse, pero se anticipa que ante la falta de autonomía servirán “para dos
cosas”, porque hacerlas eficientes será difícil. Ya hay peticiones de que se
redefina su presupuesto y que haya una depuración.
Hacer ese tipo de señalamientos a instituciones y servidores
públicos no es cosa menor, porque es importante que el ciudadano alce la voz
contra quienes incumplen su responsabilidad y sus obligaciones y que no
obstante reciben un sueldo más que decoroso al que usted y yo contribuimos.
Cualquiera puede hacer una lista y agregarla a la de los seis organismos
mencionados arriba. Yo añadiría en primer término a la Dirección de Transporte
del Estado, por obvias razones.
¿Usted, a cuáles agregaría?
Anexo "1"
Reconocimiento
Por cada Laines había muchos mandos que reconocían el
trabajo del personal bajo sus órdenes, en particular de los de Escala de Mar, y
en reciprocidad recibían lealtad, respeto y hasta admiración.
En julio de 2016, durante la ceremonia de retiro de varios almirantes, uno de ellos, con casi 50 años de servicios, dice en voz en off durante un video difundido por la Secretaría de Marina (https://youtu.be/6ju5n7106dk): "Realmente los mandos nos debemos a los subordinados, si no fuera por la dedicación, por el espíritu de servicio, por el espíritu de trabajar en equipo y su voluntad de servir a México, no sería posible que nosotros cumpliéramos con nuestro trabajo".