viernes, 26 de enero de 2018

Carlitos y Rafa

Ningún partido, gobierno o gobernante, y ningún programa asistencial y ninguna beca pueden lograr que tengamos un mejor futuro si no es por nosotros mismos.


Carlos y Rafael, dos ejemplos de que sí se pueden hacer realidad los sueños.   
Carlitos era un jovencito un tanto introvertido en segundo de secundaria, cuando lo conocí hace poco más de una década. Se sentaba en el rincón de la clase, quizá como muestra de rebeldía a su ingreso a la escuela militarizada donde le habían llevado sus abuelos. No obstante, casi siempre era el primero en finalizar las actividades de la clase de Historia, materia que tal vez le parecía aburrida y que nos obligó a adaptar el juego de Jeopardy para hacerla más interesante. Me gusta pensar que ese 2007 fue decisivo para su formación, pues actualmente Carlos es licenciado en Economía por la Uady y un joven y exitoso empresario que dirige una cadena de restaurantes de su familia, que ha acrecentado con nuevas opciones. Es, además, Consejero de Canirac y consejero estatal de la Juventud del Gobierno de Yucatán. Y lo mejor, disfruta lo que hace y se le ve realizado.



Rafael es el otro extremo: periodista desde hace casi tres décadas (“orgulloso de haberlo logrado sin haber estudiado”) y con medio siglo de vida, acaba de concluir sus estudios de Derecho porque, según sus palabras “le faltaba completar uno de los pedazos que a su vida le faltaban”, y se dice agradecido con la vida, incluso con tropiezos y fracasos que le han servido para levantarse. Rafa cumplió esa meta inconclusa, ese sueño, después de haber formado profesionalmente, junto con su esposa, a sus tres hijos, cumpliendo su cotidiana labor periodística (como hasta hoy como director de noticias de un canal de Tv local) y sus deberes como esposo y padre, sin dejar de lado su otra gran pasión: la música, que también disfruta al máximo. Se cumple así, una vez más, la máxima de que “nunca es tarde…”


Carlos y Rafael son dos ejemplos tanto para la juventud que a veces ve nubarrones en su futuro, como para quienes piensan que la edad es un obstáculo para alcanzar los sueños y finalizar los pendientes, y lo traigo a colación porque en esta época electoral, es bueno recordar que ningún partido, gobierno o gobernante, y ningún programa asistencial y ninguna beca pueden lograr que nos labremos un mejor futuro para nosotros y nuestras familias si no es por nuestro propio esfuerzo. A los gobernantes les toca cumplir con lo que se espera de ellos: que nos brinden seguridad en nuestras comunidades, oportunidades a la juventud, mejores estadios de vida para todos, pero a nosotros corresponde ser los arquitectos de nuestro destino, como Carlos y Rafa... y muchos otros.

Anexo “1”

Formación y disciplina

Respecto a oportunidades para la juventud, hemos insistido que las escuelas militarizadas son una buena opción para los jóvenes, pues ofrecen estudios cimentados en valores y donde los muchachos aprenden “disciplina para la vida”. Recientemente el Ejército y la Armada abrieron sus convocatorias para sus escuelas navales y militares, con una gama de carreras técnicas y profesionales para varones y mujeres, donde la juventud estudia becada y al finalizar sus estudios aseguran un empleo y un futuro promisorio. 
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(PD. Carlos Cárdenas Cáceres fue mi alumno en el Instituto Militarizado del Sureste, en 2007, y Rafael Vega Valladares, mi compañero a su paso por Milenio Novedades; hoy es director de noticias en el Canal 10 local)

viernes, 19 de enero de 2018

Las Coreas

Una buena noticia parece que ha pasado desapercibida en nuestro país: el acercamiento entre las Coreas del Sur y del Norte.


Ilustración de las banderas de las dos Coreas, en los Juegos de Invierno. (Infobae)
Inmersos en las campañas (sin el “pre”) políticas, una buena noticia parece que ha pasado desapercibida en nuestro país, quizá por su lejanía o porque las buenas nuevas ya no causan impacto, ante el cúmulo de información que privilegia la inseguridad y los chismes de personajes y celebridades. Se trata del acercamiento entre las Coreas del Sur y el Norte.

Esa península, que fuera colonia de Japón y luego invadida en 1945 por la URSS y Estados Unidos al finalizar la II Guerra Mundial, se vio envuelta en un conflicto con duración de tres años (1951-1953) y con un armisticio se acordó su división en el Paralelo 38, única frontera de la llamada Guerra Fría que sigue vigente, dejó regímenes polarizados, en el Norte, con un sistema comunista, y el Sur, con un gobierno tutelado por Estados Unidos.

Desde entonces no han cesado las discrepancias entre Pyongyang y Seúl, de hecho, de cuando en cuando escala el conflicto latente por el programa para desarrollar armas nucleares del Norte, pero la semana pasada se dieron señales que hacen pensar que no es tan difícil alcanzar una paz duradera entre las dos Coreas.

La noticia es que se anunció que ambas naciones desfilarán bajo una misma bandera en los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebrarán en Pyeongchang, Corea del Sur, lo que confirma que el deporte abona más para la paz y el entendimiento entre naciones que los organismos internacionales creados más para el lucimiento de jefes de Estado en foros mundiales. Para Corea del Sur, este incipiente diálogo intercoreano, iniciado durante una reunión de ministros de Exteriores en Canadá, puede llevarlos a discutir una resolución pacífica al tema nuclear, que ha orillado a Donald Trump a presumir de tener un “gran botón nuclear”, en un nuevo intercambio de amenazas con el líder norcoreano Kim Jong-un.

Al respecto, en septiembre de 2017, México expulsó al embajador de Corea del Norte en nuestro país, en protesta por las pruebas nucleares de su nación, que consideraba “una grave amenaza para el mundo”. El diplomático norcoreano consideró que México tomó una medida “ignorante” al declararlo persona non grata. Pero ante este diálogo abierto entre las Coreas, que no es cosa menor, también debería haber un pronunciamiento del gobierno, ¿o esperará línea del vecino del norte? O quizás esté ocupado en concretar la compra de misiles para la Marina.

viernes, 12 de enero de 2018

Misiles y barcos

¿Es prioritaria la adquisición? Con esos recursos se podrían construir 19 universidades Politécnicas como la de Yucatán, que costó 100 mdp o se pueden renovar algunos buques. 


Es primera vez que México compra estos sistemas. (Foto de contexto: xataca.com.mx)
Fue “la de 8” de varios periódicos la semana pasada: “EU armará a la Marina con misiles”. Pero no era novedad, ya en agosto pasado, el periodista especialista en temas militares, Jorge Medellín, adelantó que el presupuesto para la Semar de este año prevé construir la Patrulla Oceánica de Largo Alcance (Pola) en que se instalarán los misiles que se adquirirán en 98.4 millones de dólares, unos 1,960 millones de pesos.
La primera de dos patrullas, de 105 m de eslora (largo), autonomía de 20 días (tiempo que puede navegar sin repostar) y velocidad de 25 nudos (millas por hora), se construyen en Holanda, y otras cuatro se botarán en los astilleros de Marina en Tampico y Salina Cruz.
Otro dato que pasó casi desapercibido, es que Estados Unidos adiestró a dos mandos de la Armada en el manejo de misiles terrestres Himars, en octubre de este año, en el marco del Ejercicio Multinacional “Dawn Blitz 2017”,  de lo cual informó la Semar. Así que sólo era armar el rompecabezas para concluir que el siguiente paso era la adquisición de misiles.
Según Medellín, la adquisición de armamento es coherente con los planes de proyección internacional del poder nacional y los proyectos de crecimiento tecnológico de la Semar. Y afirmó que la Marina “se está enfocando poco a poco en sus funciones inherentes y se va alejando de labores policiacas, de hecho regresará a los cuarteles antes que la Sedena”.
En un intercambio de mensajes, le comenté que con esos recursos se podrían construir 19 universidades Politécnicas como la de Yucatán, que costó 100 mdp, y pregunté cuántas escuelas primarias se podrían erigir con esos recursos. La respuesta fue que no era correcto extrapolar las agendas.
Plausible que se refuerce el poder naval de la federación, como se viene haciendo con más personal y mejor adiestrado, armamento y equipo de vanguardia, la renovación de aeronaves y buques porque, ciertamente, todavía navegan algunos ex dragaminas de la II Guerra Mundial que EU vendió a México a principios de los 70, convertidos aquí en guardacostas, hoy renombrados patrullas, y las sobrevivientes clase Azteca, de mediados de esa década.
Quizás esto me faltó puntualizar con el columnista porque di "la ciaboga" ante lo que advertí sería una discusión bizantina al mantener nuestras posiciones. 
(Comparto esta liga que abunda sobre el tema: http://bit.ly/2AOsqTV)

Anexo “1”

Poder de fuego
Entre el armamento que EU venderá a México se encuentran seis misiles RGM- L Harpoon Block II, 23 misiles tácticos Block II Rolling Airframe Missile y seis torpedos ligeros and MK 54 Mod 0. Con la venta se incluyen municiones, contenedores, partes, equipo de apoyo y el respectivo entrenamiento.
El Departamento de Estado de EU informó que la Agencia de Defensa y Cooperación en Seguridad (DSCA) notificó el 5 de enero al Congreso sobre la certificación necesaria para la venta de armamento militar procedente de Estados Unidos a México. Es la primera vez que México compra ese tipo de sistemas.
Solo como referencia, el Harpoon Block II es la evolución de un sistema de misiles anti-buque desarrollado por EU en 1977, es guiado por un radar en el que sigue la trayectoria de un crucero a nivel de mar para tener mejor efectividad. Puede alcanzar una velocidad máxima de 855 km/h y su peso es de 519 kg lanzado desde el aire y de 628 kg por un submarino.
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¿Qué sigue…?